Perros enfermeros que te pueden salvar la vida

Perros enfermeros que te pueden salvar la vidaPerros enfermeros que te pueden salvar la vida. Con tres años cumplidos, Cini es una de las 56 estrellas del innovador centro de terapia Canem de Zaragoza, convertida en la primera, y única, escuela de enfermeros perrunos. Aquí se especializan los asistentes sanitarios caninos que luego se ocuparán día y noche de epilépticos, alérgicos, sordos, diabéticos o incapacitados físicos. Según dice el director del centro y padre de la idea, el maño Francisco Martín: «Las hembras ganan a los machos, tienen una capacidad de concentración mucho mayor y, al despistarse menos, aprenden mucho más rápido».

La opción de elegir raza no existe. Tampoco vale un perro cualquiera. Los alumnos son seleccionados por el carácter, inteligencia y la fuerza. Y en esto el labrador, el jack russell y el boyero de Berna parecen imbatibles. Cada uno con unas virtudes que lo hace único. El talante sumamente tranquilo del boyero y su corpulencia (llega a pesar 50 kilos) lo convierten en el enfermero ideal para niños y adolescentes con autismo. Al labrador, inteligente, le adjudican el cuidado de personas con movilidad reducida o sordera. Mientras el jack russell, más inquieto, duro y longevo (puede llegar a vivir hasta 17 años), se ocupa de alertar a quienes sufren por la glucosa y a epilépticos.

En esta escuela sólo los mejores enfermeros perros llegan a licenciarse. Tras aprobar un exhaustivo entrenamiento de cuatro meses, cada ejemplar deberá sumar 8.500 repeticiones correctas o clickers. «Salen muy socializados», precisa la encargada del adiestramiento, Susana Martínez. «Saben perfectamente lo que tienen que hacer cuando se van con una familia». Como anticiparse a lo peor. Pasan 20 ó 30 minutos antes de que una bajada o subida de azúcar ponga en riesgo al enfermo, o de que un epiléptico padezca un ataque. Entonces, el asistente de cuatro patas da la alerta. De recompensa recibe unos granitos de su pienso o una golosina.

Perros enfermeros que te pueden salvar la vida

No es habitual convivir 24 horas con un sanitario canino. Juega en contra el desconocimiento y la idea de servicio exclusivo y caro. Sin embargo, no es así. Mientras en Estados Unidos y el norte de Europa hay que poner entre 20.000 y 22.000 euros por un ejemplar, aquí sale por 350 euros cada seis meses, incluido el seguimiento del animal. Un servicio que no caduca hasta que el animal fallece. «A veces alguno se despista, no marca como debería, y nos lo traemos al centro para corregirlo y de nuevo ponerlo a punto», explica Martín, quien antes de dedicarse al adiestramiento de enfermeros caninos pasó 23 años entrenando perros del Ejército.

Francisco nos pide unos minutos. Preguntan por él unos inesperados visitantes. Es una pareja china. En aquel país los perros se comen habitualmente. No es el caso. Lo que buscan los dos asiáticos es mucho más digno y humano. Quieren importar a China -1.357 millones de habitantes- la idea del zaragozano. Va cuajando. En una de las paredes cuelga un mapa de España en el que aparecen marcadas las ciudades a las que han viajado los enfermeros de Canem. En total, 56, tres promociones. Están en todas las comunidades.